lunes, 31 de agosto de 2009

Para muestra, un botón (o dos)


El sexo vende, el escándalo vende, las mujeres guapas venden, el escándalo vende. Las premisas son elementales, pero no dejan de sorprendernos a diario. Y a lo largo de los últimos días una bendita seguidilla de coincidencias nos han hecho reflexionar al respecto. Claro, algunos no reflexionan y sólo disfrutan. Aquí, en ODM, intentamos hacer ambas cosas. Vamos, que no es tan difícil tampoco.

Hay dos tipos de escándalo que en particular paralizan las prensas en el mundo.
1. Cuando una mujer deja ver de manera involuntaria un pecho.
2. Cuando dos mujeres se besan o dejan entrever más que una linda amistad.

Sobre el primer hecho, basta una precisión fundamental que pocos consideran. Sólo es noticia cuando una mujer deja al descubierto un pezón. No importa nada que se le haya visto todo el resto del pecho, es el botón mamario el que escandaliza, el que vende, el que hace sonrojar a la afectada y delirar a los lectores y televidentes. Claro, es que algo misterioso esconde esta parte del cuerpo que logra lo que pocos otros vericuetos consiguen.

Y la semana que acaba de concluir fue particularmente generosa a este respecto. Primero fue el turno de María José López, quien mientras se contorneaba en un programa de televisión italiano dejó al descubierto su perfecto botón izquierdo. Rápidamente los medios chilenos tomaron la noticia y la reprodujeron con fruición.

Pero el regalo de la esposa del Mago Jiménez no sería el único de la semana ya que el miércoles por la noche fue la argentina Rocío Marengo quien se entregó a la fiebre del reggaetón y entre tanto frenesí dejó al descubierto más de lo que quería. Escándalo. Flashes. Entrevistas. Portadas.

Pero no era suficiente con un escándalo por esa noche y la trasandina decidió terminar de robarse las miradas besando a Marlen Olivarí en uno de los pasillos del canal de Piñera. El hecho, que no duró más de 2 segundos, ocupó la pauta casi completa de los programas de chimentos del día siguiente y subsiguiente. Un beso entre dos figuras del espectáculo no se da a diario.

Como tampoco se da todos los días la aparición de un libro con las cartas entre una premio Nobel con su albacea en las que las mujeres se expresan, con una tremenda belleza del lenguaje, lo que sienten. Las misivas fueron portada de "El Mercurio" del domingo y de su suplemento "Artes y letras". Con un tono particularmente sobrio, ajeno a comentarios homofóbicos y rescatando por sobre todo el alto vuelo intelectual de las cartas, la cobertura pasó casi desapercibida por medios más de arraigo más popular.

Luego de esta serie de fortuitos acontecimientos, en ODM nos preguntamos ¿cuál será el próximo nipplegate criollo? ¿Será coincidencia que ambos nipplegates hayan sucedido en canales cuyos dueños son magnates amantes del poder? ¿Por qué los pechos izquierdos son más escurridizos que sus pares derechos? ¿Qué les parece que haya quienes llamen a Gabriela Mistral la Susan Boyle chilena? ¿Son Rocío y Marlen nuestras humildes versiones de Brtiney y Madonna? De ser así, ¿cuál sería cuál? ¿Será necesario todo este análisis?

3 comentarios:

  1. Qué onda esos pezones deformes! Oh lord. Gabriela se retuerce en su tumba.

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  2. ¿¿¿Mientras se contorneaba o se contoneaba???

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  3. ..harto feas... aparte de plásticas, son pechugas deformes..

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