martes, 11 de agosto de 2009

Polos opuestos



Hace dos días, en nuestro post "Bianchi Leiton", hablábamos de las viejas rencillas que, de vez en cuando, Felipe Bianchi y Esteban Abarzúa se cobran mutuamente en sus respectivos blogs. Esta vez, sin virulencia y sin ataques de por medio, ambos han vuelto a quedar tan distanciados como Canadá y Tierra del Fuego. O quizás más lejos.

¿La razón? La muerte del gran Francisco "Chamaco" Valdés, que motivó a que FB y EA le dedicaran una columna hoy en El Mercurio y LUN, respectivamente. Suponemos que no hablaron entre sí antes de escribir, aunque ambos abordaron al personaje con ejemplos similares, pero a la vez muy opuestos.

-Viendo a Chamaco:
FB: "Me comía las uñas y saltaba del asiento, junto a mi abuelo y mi padre -y medio Chile- con una visera de cartón en la cabeza y un papel arrugado en la mano con los números para la rifa".

EA: "Un fin de semana en Cartagena (...) me fui con unos amigos al estadio Municipal para ver el gran partido, un partido a beneficio de no sé quién entre Colo Colo 73 y Cartagena. No vimos mucho, eso sí, porque no teníamos plata para pagar la entrada y nos turnamos para mirar el juego por un hoyo en la pared".

-¿Ser Chamaco?
FB: "Cuando me regalaron una camiseta blanca de Caffarena, para un cumpleaños, obligué a mi mamá a ponerle (...) el número 8 en la espalda. Por Chamaco".

EA: "Por pudor, pero también con hidalguía, yo nunca me atreví a ser Chamaco, porque para ser Chamaco tenías que ser el mejor de la cancha".

Es decir, mientras FB y su familia iba al estadio, se compraba souvenirs e incluso números de rifa, EA debía pelusear para tratar de ver algo en vivo. Y ni siquiera en un partido oficial. Mientras FB quería ser Chamaco, a EA le daba vergüenza. Cosas de estilo.

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