Durante los últimos días, los medios nos han bombardeado con información sobre la Pequeña Gigante y su tío Escafandra. Que si despierta, que si se moja los pies en una laguna, si se acuesta donde nadie más puede –trate usted de dormir en la Plaza de la Constitución, a ver cómo le va–, si sabanea un pedo en su monumental cama. Todo era informado al instante por una pléyade de periodistas, opinólogos y toda suerte de “comunicadores”, cuál más ansioso por utilizar tantos y tan rebuscados adjetivos aprendidos en sus años mozos, y que nunca habían tenido oportunidad de aplicar. Poesía pura, y por si fuera poco, en directo.
¿Cómo es que un espectáculo de marionetas –independiente de su tamaño, no es más que eso– logró el nivel de cobertura mostrado por los medios nacionales en estos días? ¿De verdad no hay nada más importante? A pocos días de una elección presidencial, cuando aún falta conocer el próximo gabinete; cuando siguen y siguen apareciendo muertos en Haití; cuando Escalona renuncia a la presidencia del PS… bueno, ese último no fue un buen ejemplo, pero el punto es claro: hay más noticias, y eso es algo que los medios parecen haber olvidado, obsesionados, enceguecidos, obnubilados por la Pequeña Gigante.
Parte de este gran circo mediático se basó en la “novedad” del espectáculo. ¿De qué novedad estamos hablando? Salvo que los periodistas tengan muy mala memoria, no cabe esa calificación. Mal que mal, la muñeca vino hace un par de años. “Es que ahora vino con su tío”, dijeron varios. Claro, y el próximo año vendrá con su abuela, la muñeca de porcelana gigante, o con su prima descarriada, la muñeca inflable gigante. Pero no por eso será novedad, ¿no? Solo se salvaría si viniera con su novio, Chucky el muñeco diabólico gigante. En ese caso, cuenten conmigo. Ese espectáculo sí que sería digno de verse, en especial si el tajeado muñeco trae su juguete favorito, la motosierra gigante, y sale a hacer desmanes.
Pero lo más vergonzoso de todo esto no es la muñeca. Tampoco las millones –no es exageración– de personas que la fueron a ver. Lo impresentable es que todos los medios, llámense diarios, radios, canales de TV o sitios web, se hayan paralizado por tres días para cubrir esta “noticia”. A ratos parecía que era algo realmente importante. ¿Prender la TV y que todos los canales estuvieran mostrando cómo despertaba, o peor, cómo dormía la muñeca? Demasiado. Digo, será un espectáculo, pero no sé si da para cadena nacional. Solo faltó un debate entre la Pequeña Gigante y su tío, con Claudio Elórtegui tratando de hacerse famoso incomodando al muñeco gigante con preguntas tipo “¿es verdad que lo de ustedes es más que una relación de tío-sobrina?”, y los asesores muñequiles –¿o muñequísticos? – sentados en primera fila, mordiéndose nerviosos las uñas. Por favor, un poco de seriedad.
Lo que queda claro, además de la impactante falta de noticias de nuestro país, es que somos un pueblo falto de cultura, al que un par de marionetas paralizan por completo. ¿Será que tan gigantes muñecos tienen tamaño éxito porque somos un país con un promedio de estatura más bien bajo? Si es así, alguien debería intentar un espectáculo con marionetas estándar (o mejor, en miniatura) en, digamos, Dinamarca. Seguro sería un éxito. Tal vez es lo que escapa de la norma lo que llama la atención. Pero, ¿seremos los seres humanos tan básicos?
Pongámonos serios: la Pequeña Gigante no es más que un show de marionetas. Espectacular, puede ser. Grande, sin duda. Pero está lejos de tener la relevancia que le han intentado otorgar los medios de comunicación. No es más que la versión híper alimentada de Melame, un remedo amplificado de Pinocho, una variación sofisticada del títere que alguna vez hicimos con el calcetín huacho y con papa que de otra manera hubiera ido a parar al basurero. Y ya que estamos, una predicción: el próximo gran éxito cultural será chileno. Porque no necesitamos que un grupo de franceses vengan a demostrarnos lo que es el arte. No señores. Se vienen las versiones XXL del Señor Lápiz, Epidemia, Guru Guru y, para los nostálgicos, el Perro Lenteja. Ahí los quiero ver.
Jajajaja... notable tu nota.
ResponderEliminarDesde que comenzó la cobertura de esta porquería, pensé exactamente lo mismo que tú. Pero no supe como expresarlo.
Saludos...
Yo opino todo lo contrario, el ambiente que generó, la emoción que provocó, un pueblo entero disfrutando de un espectaculo en su propio espacio y de manera gratuita, todo me parece completamente rescatable. De no haber existido de seguro que en los noticiaría hubiesen puesto solo fútbol. Tu critica es por los medios, y eso te encuentro razón, pero el espectáculo en si estoy lejos opinar como tu.
ResponderEliminarSlds
Juano
Por qué sería vergonzoso que millones de personas salieran a ver un espectáculo masivo?
ResponderEliminarQué deberían haber esta haciendo? Buscando erratas en medios de internet?
Insisto, párense de sus asientos, diríganse a su editor y cuestiónenle la línea editorial. O hablen en las pautas. Si en emol escuchan.
Se puso amargo ODM
ResponderEliminarEs parte del viejo molde de la "noticias de verano". No sé si en otros países ocurre lo mismo, pero en esta época lo secundario pasa a primer plano. De hecho, en un par de semanas más viene la madre de todas las noticias de verano: el festival de Viña. Todo el país pegao en torno a nuestra fiesta veraniega. Si Piñera nombra a Kike Morandçe de Canciller, nadie lo va a notar. Afírmense mierr!
ResponderEliminarLo más rescatable fue Raúl Sohr comentando el show en CHV. Es lo que siempre debió hacer: comentar espectáculos.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo con tu perspectiva, aunque reconozco que me reí mucho con el brillo de la argumentación.
ResponderEliminarCreo que el espectáculo es una intervención urbana que produce efectos muy profundos en las personas, que miran de otro modo el lugar que habitan, y fomenta la imaginación de una manera muy bien hecha y delicada, algo que falta entre tanta chabacanería que incluso ODM denuncia.
Dada la magnitud del evento y sus expectativas, y el público concurrente, creo que califica 100% como noticia, y es digno de cubrirse.
Otra cosa es que haya otros temas que no estén siendo abordados, pero eso no es problema de Royal de Lux, sino de los esbirros de Francisco Javier Cuadra, que siempre van a encontrar un cometa Halley o un Chupacabras con los que hacer la cortina de humo.
Claramente el espectáculo está lejos de ser novedoso, pero sí rompe el esquema en una ciudad casi en permanente monotonía. Lo que genera en el público es muy fuerte y eso sí puede ser noticia: el hecho de q más de dos millones de personas hayan salido a las calels a cagarse de calor para ver una muñeca pasear, ya lo dic todo. Algunos incluso vinieron desde regiones para verla. No lo comprendo ni comparto, pero eso no es lo criticable. Lo que sí lo es es la cobertura mediática: durante tres días fue lo principal en la agenda. No me hubiese moletado tanto si hubiese sido por lo que generó. Pero no fue así, sino a la inversa: la muñeca se transformó en el fenómeno que fue por ser noticia y no en noticia por ser el fenómeno que fue. Me explico?
ResponderEliminarprimero. no se que le hace pensar a vadim que la gente que escribe en odm trabaja en emol, como si no existieran otros medios digo yo... en fin.
ResponderEliminarsegundo. comparto en general lo describe el colega en la columna, pero difiero del origen de tanto escandalo. creo que el motivo de la euforia masiva responde mas bien a la inmensa necesidad de la gente de sentirse participe de instancias de catarsis colectivas. Recuerden lo que fue Tunick en su momento y el funeral del general Bernales.
Si a eso le sumas la escasez de noticias en verano, lo "colorido" del tema (no por nada marco lo que marco en rating TVN con la cosa)y el hecho de que los canales de tv con copiones por naturaleza (si uno transmite en vivo 5 horas el otro tambien), ya tienes cadena nacional garantizada.
Pienso completamente distinto a lo que expresa esta columna. Me parece bastante estrecho de mente el pensar que las únicas noticias que deben ser atendidas por los medios de comunicación, sean las "importantes", las políticas, las de crónica roja, las de tribunales, etc; y que la cultura deba estar siempre relegada al comentario semanal, si es que, que hay en los medios de TV, o para sus versiones online en el caso de los diarios.
ResponderEliminarMe parece que este análisis es muy superficial y no atiende el proceso social que hay detrás de esta manifestación ni por qué la gente ha estado tan atenta a ella.
Personalmente no la fui a ver porque no soy amiga de las aglomeraciones, pero sí soy capaz de comprender por qué la gente se movilizó en torno a este espectáculo y qué nos hace como sociedad. Nos hace despertar un poco para ir dejando atrás pensamientos como el expresado acá.
me parece muy logico todo lo que planteaste en la columna de opinion pero omitiste un tema, quizás el más importante. los canales aumentaron el raiting con la cobertura del evento. tanto así que dos canales hicieron transmision en directo del espectaculo final (a donde yo fui y de verdad era muy entretenido, dicho sea de paso).
ResponderEliminaral final todo se reduce a eso. millones fueron a verla porque les parecio interesante, millones la vieron por la tele porque les pareció interesante o porque no podían verlo directamente.
el espacio que ocupa un tema en los medios de comunicacion no es ningun referente de importancia del contenido. simplemente van por lados distintos. es lamentable que esto se traspase a las áreas de prensa, pero eso es harina de otro costal y da para una larga discusión.
Supongo que siempre habrá alguien intentando de cualquier forma fundamentar una opinión contraria a las “percepciones generales” lo cual sin duda me parece muy bien, pero en este caso me parece un ejercicio estéril y carente del más básico sentido común, personalmente creo que lo más interesante de este fenómeno tiene que ver con la cobertura medial, pocas veces ocurre un acto tan surrealista como es el hecho de que todos los medios de comunicación se dediquen a cubrir las “nimiedades” de la rutina diaria de un personaje de ficción, con este nivel de detalle. Es precisamente ahí donde radica la belleza y la magia de este espectáculo, como integrante del equipo una página que se dedica al análisis de medios me parece extraño que no seas capaz de ver este fenómeno, creo que el análisis “profundo” va por ahí, argumentar que, es mas “importante” cubrir el nuevo gabinete, la renuncia de Escalona… , quien define que es lo importante?, me parece más importante como noticia, que de vez en cuando un país como el nuestro, se dé la oportunidad de ser menos “serio” y entregarse un fin de semana de febrero a vivir una fantasía colectiva, creo que es algo que no se ve frecuentemente y si los chilenos enganchamos con eso, por nuestra falta de “cultura” espero que eso se mantenga, honestamente este fin de semana ha sido uno de esos momentos en los que siento orgullo de mi pueblo, que a pesar de lo que ocurra en el mundo, millones de personas seamos capaces de salir a la calle con 34° y deleitarse con el paso de un par de muñecos gigantes y olvidarnos de “las cosas importantes”.
ResponderEliminarFco Neira
Creo que el asunto es bastante simple: el espectáculo fue excelente, hermoso y digno de toda alabanza. Lo cuestionable es la cobertura que le dieron los medios.
ResponderEliminarEn particular, el sábado TVN les dedicó a la muñeca y su tío gran parte de la programación del día, (interrumpida casi exclusivamente por los noticiarios), y los periodistas en terreno se dedicaron a repetir los mismos comentarios y a hacer al público las mismas preguntas. Que el pelo de cola de caballo, que los ojos de farol, que el tío calzaba 237, que "pucha que son buenos pa'l tuto", que qué nombre le pondrías tú a la muñeca y que qué fue lo que más te gustó, una y otra vez, hasta el cansancio.
Si un canal piensa transmitir un espectáculo así en directo durante horas, debería contar con más recursos que una seguidilla de frasecitas en loop. Solo por poner un ejemplo, me habría encantado escuchar un análisis acerca del fenómeno social que produjeron los gigantes, como la discusión que se está produciendo aquí.
Es mi humilde opinión.
¿Problemas de comprensión lectora? La columna es una crítica a la cobertura, no al espectáculo mismo. Por algo está en un sitio dedicado a los medios.
ResponderEliminarEl punto es cómo un espectáculo de este tipo llena la pauta por varios días, desplazando a cualquier otra información. Y lo de "pueblo falto de cultura" se refiere no a un pueblo inculto, sino a la falta de espacios, de espectáculos, de oportunidades culturales. Eso creo que es claro.
Ayer estaba viendo en tvn un documental sobre la corfo y la influencia de esta en la economia chilena y de repente lo cortan y empiezan a dar la transmision en vivo de la marioneta gigante !casi 3 horas¡ una falta de respeto horrible.
ResponderEliminarEs un bello espectaculo y es el elogiable como ocupan la ciudad, pero darlo por cadena nacional es una chabacaneria.
LUISA BALLENTINE: Al grano please ¿cuál es el "proceso social" que tus ojos de Minerva de la sociología han descubierto en este episodio? Guíanos a nosotros los simples mortales "estrechos de mente" ¿Ok?
ResponderEliminarTOTALMENTE DE ACUERDO CON USTED.
ResponderEliminarO sea, ni que fuera el Dakar (OJO: Un evento a nivel MUNDIAL que estuvo en nuestro país), que le dieron una pésima cobertura, en comparación con esta muñeca. Me tenía hasta las coronillas. Está bien, mostrar unos minutos, pero esto fue TODO EL SANTO DÍA.
Increíble.
La cultura del espectáculo, la cultura entretenida, la cultura descafeinada, póngale el apellido que quieran. No llamen a este show de títeres un hito cultural. Y tampoco nos quejemos porque los libros siguen teniendo un IVA insultantemente alto, ni porque los resultados del Simce y la PSU siguen siendo vergonzosos, si esto es lo que se entiende por cultura.
ResponderEliminarEsa es nuestra cultura, farandulizada, que tiene a la sociedad anestesiada, sin la mínima capacidad para discutir, pensar, disentir, proponer. No, todos felices con la mona gigante, ¿para qué pensar entonces?
Este fenómeno da tanta vergüenza ajena como cuando se murió el "general del Pueblo", al que un día antes nadie le sabía ni el apellido. Esto no es periodismo, es sociología.
Grande Ojo del medio.
Ah, y los que dicen que esta ciudad es aburrida o monótona es porque simplemente que no la conocen. Hay mucho que descubrir de la Plaza Italia para abajo cabritos.
ResponderEliminarSi no conocen Santiago no lloriqueen, los aburridos son ustedes.
"Proceso social"???? leí bien???
ResponderEliminarPor favor, necesito el dato de lo que está fumando Luisa Ballentine, porque claramente la está haciendo volar por las alturas de Machu Picchu (¡oh! ¿qué es de esa gente a todo esto?)
Coincido con el Ciudadano Almeida respecto a sus impresiones y, además, hay un punto también a tocar: la extensión del espectáculo a regiones. Si a las pobres provincias las bombardean todo el año con noticias del transantiago y eventos meramente capitalinos, esta vez sí valía la pena una cobertura que los hiciera partícipes de un montaje digno de verse.
ResponderEliminarCuento aparte es el monopolio noticioso que de este evento hicieron algunos canales de TV, en algunas ocasiones, de bien poca monta. La siutiquería en extremo de algunos reporteros y las preguntas más que obvias de los mismos, incitaban a poner el televisor en mute y ver cómo esos liliputienses hacían mil y una pirueta para que la marioneta moviera un dedo, que era lo que valía la pena.
Pero, la muñeca y su tío van camino a Nueva York, asi es que relax. Dejaremos de ver a la Pequeña Gigante para volver a ese nutrido puñado de noticias realmente importantes con las que nos ilumninan los noticieros: liquidaciones de temporada, cuál es el mejor lugar para acampar, el recambio de veraneantes y, ojo, se vienen las encuestas de SERNAC donde nos dirán el lugar más barato de Santiago para comprar útiles escolares ( cómo si a los apoderados de Punta Arenas les importara que la calle Meiggs congrega, por décimo año consecutivo, el precio más bajo de la témpera) Se viene también la nueva moda escolar, anunciada hoy en la mañana: los pantalones escolares con cinturón de Hello Kitty. Menos mal, así pude salir tranquila a trabajar.
Seamos serios y honestos. Sólo el 25% de las noticias son serias y honestas, el resto es puro relleno. Como el hielo en las bebidas de autoservicio.
Y, como diría mi abuelita, "a culpa, no es del chancho, sino del que da el afrecho".
La cobertura de la pequeña gigante es lejos la peor manifestación de oligofrenia medial y colectiva desde la histeria generada por la Virgen de Villa Alemana. La salvedad es que en esa época estábamos en dictadura, existía un interés abierto de los medios por informar estupideces en vez de cosas serias y, por último, sólo contábamos con tres canales de televisión. ¿Cómo se explica en pleno siglo 21 tanta atención para un espectáculo que, tal como dice este post, no es más que un show de marionetas gigantes propio de una kermesse escolar? Quizás el próximo año podrían traer a un Mago Oli gigante o una piñata a escala, para seguir en la línea. Desde ya las salas de prensa podrían ir preparando sus planes de contingencia para no repetir los errores y chascarros que se producen en acontecimientos de esta índole como, por ejemplo, la Vedetón.
ResponderEliminarMarceleau: Sobre el “proceso social” detrás de la muñequita ésta, creo que también puedo contribuir a explicarlo: se llama “DECADENCIA”.
Con razón no veo tele...
ResponderEliminarEs obvio que los medios solo vieron lo que le estaba dando mas rating para ponerlo en pantalla y nos dimos cuenta de la exageracion en el tema.
ResponderEliminarCon respecto al hecho en si, para mi fue mucho mas notable lo que paso atras del espectaculo, como la gente disfruto como una gran familia, como esta ciudad (diseñada para autos) de pronto se lleno de niños corriendo y en donde todos eramos amigos de todos.
Sí, fue notable como, también detrás del espectáculo, a un primo lo cogotearon entre dos flaites. Volvió cagado de la risa para la casa. Pero todos felices. Viva la pequeña gigante.
ResponderEliminarHy en La Tercera: Visita de la "Pequeña Gigante" dejó 310 menores extraviados y 124 detenidos. Chile, país cultural.
ResponderEliminarPor favor, publiquen opiniones más breve así no aburren tanto. Ejemplo:
ResponderEliminar"¿Cuánto le costó al Estado este show? ¡harto!
¿y pa' las regiones? ¡chupeta!"
Las columnas y opiniones de la amargura y la gravedad
ResponderEliminarAl menos la muñeca gigante sirvio para sacar de pantalla a los imbeciles de schilling y alvarado .... eso si que es decadente .... sobre todo para los que no tenemos cable ...
ResponderEliminarQue amargado el comentario, es un show gratuito que alegra el alma de millones de chilenos, ver como gozan los niños... si piensan, mas de 2 millones de personas fueron a verlo en persona o sea mas de 10% de la poblacion de chile!!! y a otros nos alegro el dia verlo por los medios... por favor la gente no vive de seriedad... la politica tubo su momento en los medios, los desastres tambien (y gracias a eso se puede juntar muchisima ayuda).. o sea, no seamos amargados, por eso nos catalogan en el extranjero de un pais gris y chatequetero... ojala hubiesen mas actividades como esta y que venga la muñeca con toda su parentela.. seria muy entretenido.. nos saca de la rutina...
ResponderEliminarODM está leyendo mucho SSR
ResponderEliminarUf, parece que nadie entendió lo que ODM publicó en su posteo. Él se estaba refiriendo a la cobertura de los medios de comunicación, no estaba criticando el espectáculo en sí.
ResponderEliminarLean bien primero, y después pónganse a reclamar, pero si no entienden nada, mejor cállense.
...demonimo 5 postea...
ResponderEliminarSi la columna critica la cobertura, estoy de acuerdo porque yo creo que fue una exageracion nauseabunda. Pero el que la escribe lo hace con el toque que urgente hay que desarraigar de los que escriben en diferentes medios "el chaqueteo". El comentario con valor agregado sublineal como "...Pero lo más vergonzoso de todo esto no es la muñeca. Tampoco las millones –no es exageración– de personas que la fueron a ver...". Es decir, el autor, tranquilamente se aprovecha de su pulpito para ningueniar ni mas ni menos a 3 millones de chilenos, ademas de la pequeña y su tio, porque a él no le gustó. ¿Es columnismo serio eso?.... Pareske estamos mal
Cierto lo que dice ODM.
ResponderEliminarParecía cadena nacional.
ODM tiene razón, y abajo los tontos graves que creen que se está ninguneando a la ciudadanía, nada que ver, lean bien y no jodan.
ResponderEliminarDemonimo 5, entre "pulpito" y "púlpito" hay algunas diferencias. Un pulpito, al que usted se refiere, es un octópodo pequeño. Un púlpito, en cambio, es la plataforma desde la que se predica, y a la cual usted probablemente se quiso referir. Si vamos a criticar, hagámoslo bien. No es bueno echarse encima a los pulpitos, pulpos, calamares y octópodos en general, sobre todo cuando no tienen nada que ver con esta columna.
ResponderEliminar"Pero lo MAS vergonzoso no es la muñeca ... TAMPOCO las millones..." Comprensión lectora: es una verguenza que millones de personas vayan a ver un espectaculo masivo.
ResponderEliminarAhora, si hay 1 millón de personas en la calle, Es noticia? yo creo que sí.
Y saludos a sus colegas, donde quiera que trabajen. Y hablen en las pautas, o sino es refunfuñar no más.
VDM, sí es vergonzoso que millones de personas tengan que ver a una marioneta gigante caminando por las calles para sentirse accediendo a cultura. Habla muy mal de la oferta cultural de nuestro país.
ResponderEliminarSeñor vdm, todos los días hay más de un millón de personas en la calle. Avíspese.
ResponderEliminar...demonimo 5 postea...
ResponderEliminarsr.cero aporte :
Pulpito es un octopodito que tiene tentaculitos para agarrarse de lo que puedita. y pulpito es un sitío donde se púede pulpitar. ¿Lo sabía? ;-)
Demonimo 5, no trate de arreglar lo que no tiene arreglo. Asuma no más. Dicho de otra manera, "no aclare, que oscurece".
ResponderEliminar...demonimo 5 postea...
ResponderEliminarsr.cero porte :
gracias por su esfuerzo y siga participando
Demonimo 5, descuide, seguiré participando.
ResponderEliminarUn millón de personas haciendo algo en común. Aplique contexto, no cuesta tanto.
ResponderEliminarVDM, muchos millones celebraron la clasificación de Chile a Sudáfrica. ¿Cultura? ¿Da para 3 días de cobertura intensiva? No lo creo.
ResponderEliminarMe tenian chato ... TODO EL DIA CON LA PUTA MUÑECA!
ResponderEliminarEsta bien darle cobertura a la cultural y todo eso... Pero acaso al encender el televisor y encontrarse que todos los canales estan dando la misma noticia "La Pequeña Giganta esta durmiendo" ... NO SERA MUCHO?!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHay un millón de anónimos hablando de cultura y periodismo, pero esos no valen la pena cubrirlos
ResponderEliminarVDM, ya que no le presta atención a los anónimos -con justa razón- se lo pregunto yo: un millón de personas celebrando el resultado de un partido de fútbol, o de un conjunto de partidos, ¿es cultura? ¿da para una cobertura de 3 días?
ResponderEliminarEstimado el que no aporta: mi pregunta era, si un millón de personas en la calle están haciendo u observando algo, no era noticia? patrioteros celebrando que gane la roja o que gane la derecha son noticia. Pero no son cultura. La Gigante es más que un hecho cultural. Es como una catarsis. Cuando había Loveparade tb salía mucha gente. Y era noticia, y era cultura tb. Ezopino
ResponderEliminarsólo quiero decir que yo tengo mucha capacidad de asombro, sensibilidad, corazón y espíritu de niño, soy muy alegre, me río todo el día y me fascino hasta con las cosas más sencillas y me encanta la cultura y el arte, Y ENCUENTRO MÁS FOME QUE LA CRESTA A LA PEQUEÑA GIGANTE Y TODO LO QUE LA RODEÓ. para que dejen de decir que uno es amargo y ogro si no le gusta. gracias.
ResponderEliminar¿Qué deberían hacer los medios antes un millón de personas en las calles viendo este espectáculo? Más allá de lo que opinen sobre La Pequeña Gigante como espectáculo, ¿los periodistas tendríamos que omitir esto? Que haya salido toda esa gente (sin contar a los que lo vieron por TV) habla de un proceso único que amerita una gran cobertura. Tiene valor por sí solo, porque dificilmente otro tipo de actos generaría una manifestación como esta. Por último prefiero despertar un sábado en la mañana con la Pequeña Gigante en la tele que viendo la repetición de Calle 7, Yingo o cualquiera de esos programas.
ResponderEliminarquisiera hacer unas reflexiones en torno a la distinción que se ha hecho entre el espectáculo y el desempeño de los medios.
ResponderEliminarUno, la muñeca supone transformarse en un suceso, por lo que la TV también es -por así decirlo- parte del escenario.
Lo segundo es que si bien coincido que la transmisión fue pobre, no lo fue particularmente en este caso, porque todos sabemos -más quienes visitamos este blog- que el nivel del periodismo en TV en general es paupérrimo. O sea, la muñeca no vino a descubrir nada nuevo, ni tampoco es responsable de lo que de ella se dijo.
Saludos.
La Pequeña Atorrante una clara demostracion de un pueblo que se satisface con nada y un Gobierno que es de unos pocos. Un espectáculo horrible que debería ser catalogado como incultura. El siguiente espectáculo podría ser una versión gigante de un malabarista de semáforo.
ResponderEliminarA todos los Imbeciles que abundan en Internet, Facebook, Bellas Artes, Cafes y Bares con Onda y que encuentran todo "tercermundista", una linda canción de un grupo para nada "ondero" ( como ustedes, claro)
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=FHFo5DZK6Fw
A mí tampoco me gustó la muñeca, sobretodo porque soy de región y acá nunca se dan ese tipo de eventos.
ResponderEliminarTampoco me gustan las noticias de Reñaca, porque muestran las mansas minas y a las playas y piscinas a las que yo voy van puras gorditas (igual que yo).
Tampoco me gusta ver las ofertas escolares.
Pero saben?, para eso existe el cable, los libros, los amigos, la familia. Lo importante es que hoy, los chilenos tenemos una oferta de actividades importante. Si alguien no quiere ver a la Muñeca, que no la vea. Si a alguien no le gusta el reguetón, que no lo baile.
Si tres millones de chilenos están pendientes de la muñeca, buena onda. Yo prefiero jugar XBOX, jeje. Seamos más tolerantes.
Ya, saludos a todos los lectores y creadores de ODM.
Excelente nota...¿y la muñeca? Nunca la vi...preferí vivir la vida
ResponderEliminarEs para tapar lo de los "yogur mula" y lo de la expropiación de los órganos de los chilenos pajarones... un escándalo tapado y una ley casi secreta que nos afectará a todos.
ResponderEliminarLo peligroso de todo esto es que la gente igual se entera de las cosas pero después y en forma de rumor, lo que va creando una sensación de que nos estan engañando, el sentimiento de desconfianza aumenta y la salud mental de la población empieza a ponerse francamente peligrosa.
Este pais ya necesita una auditoría internacional ....
Para Juano: tu hablas de gratuidad y tienes toda la razon, mientras sea gratis el chilenito es capaz de ir a una repartija de papeles cagaos ...
ResponderEliminaryiaaa... parece que no trabajai en medios. No por nada en verano salen los chupacabras. Chile es un pais lejano donde pasan pocas cosas. Los que pase es weno y noticia, en un lugar donde hasta las moscas roncan.
ResponderEliminarMe llamó la atención la exagerada cobertura comunicacional lo que pasó La Pequeña Gigante. Había muchas noticias durante esos días y los medios televisivos y de diarios hablaban todo el día sin parar de La Pequeña Gigante. Por suerte, escuché Bío-Bío La Radio y lo de la Pequeña Gigante hablaron sólo 3 minutos. Me parece bien que haya eventos así y que la gente vaya, no hay problema. Pero se notó mucho la mano de Juan Carvajal (aunque dicen que está en México de vacaciones) a los medios de comunicación para que den estas noticias "alegres" que sólo sirven para distraer los problemas internos del gobierno y del terremoto en Haití. Esta transmisión me hizo recordar bastante a la dictadura de Pinochet, y con Piñera de Presidente, me imagino que van a mostrar puras noticias alegres y falsas, pero ojalá no al nivel del Cometa Halley.
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