Al comprar un diario, el lector está en su legítimo derecho de no creer lo que está leyendo.
Es lo que sucede al leer hoy, domingo 31 de enero de 2010, la declaración que La Tercera publica en la página 68 respecto de la filtración de las fotos del final de "Dónde está Elisa".
En una inserción generosa, que ocupa una cuarta parte de la página, el periódico asegura que jamás supo que quien les vendió las imágenes estaba violando su contrato de confidencialidad con el canal estatal y por lo tanto lamenta la situación y afirma que "en ningún momento pretendió causar molestia o incomodidad, ni a TVN ni al público en general".
¿Es posible creer que en el diario no sabían que se violaron normas de confidencialidad? ¿Alguien cree realmente que lamentan la situación?
Los canales de televisión y los diarios se necesitan mutuamente. De otra forma no se entiende la entrevista a dos páginas que La Tercera publica en la misma edición a Claudia Di Girólamo y que fue negociada -como sucede en estos casos- con la gerencia de comunicaciones del canal.
¿Quién salió perjudicado en definitiva? El único que perdió fue Jorge Serrano Painemal, quien vendió las fotos a La Tercera y que difícilmente obtendrá trabajo en otro canal de televisión.
Y usted, ¿le cree realmente las disculpas a La Tercera o piensa, como en ODM, que se trata de un formalismo para dar por cerrado el caso? Llamen al comisario Rivas.
Es lo que sucede al leer hoy, domingo 31 de enero de 2010, la declaración que La Tercera publica en la página 68 respecto de la filtración de las fotos del final de "Dónde está Elisa".
En una inserción generosa, que ocupa una cuarta parte de la página, el periódico asegura que jamás supo que quien les vendió las imágenes estaba violando su contrato de confidencialidad con el canal estatal y por lo tanto lamenta la situación y afirma que "en ningún momento pretendió causar molestia o incomodidad, ni a TVN ni al público en general".
¿Es posible creer que en el diario no sabían que se violaron normas de confidencialidad? ¿Alguien cree realmente que lamentan la situación?
Los canales de televisión y los diarios se necesitan mutuamente. De otra forma no se entiende la entrevista a dos páginas que La Tercera publica en la misma edición a Claudia Di Girólamo y que fue negociada -como sucede en estos casos- con la gerencia de comunicaciones del canal.
¿Quién salió perjudicado en definitiva? El único que perdió fue Jorge Serrano Painemal, quien vendió las fotos a La Tercera y que difícilmente obtendrá trabajo en otro canal de televisión.
Y usted, ¿le cree realmente las disculpas a La Tercera o piensa, como en ODM, que se trata de un formalismo para dar por cerrado el caso? Llamen al comisario Rivas.
Muy tardías las disculpas. ¿"Sinceras"? jajaj...
ResponderEliminar