viernes, 5 de marzo de 2010

Las fotografías del terremoto (o sobre el hombre de la bandera)

"Un fiel reflejo de la tragedia que estamos viviendo (...) del espíritu que se vive en el país y de lo que somos los chilenos". Con esta contundente frase un(a) cosmonauta apodado "Recuerdo el comienzo" explica mejor que nadie el porqué la foto del "hombre con la bandera" se ha transformado en la imagen símbolo del terremoto y tsunami que afectó a Chile. El anónimo comentarista va más allá y le pide "por favor" a Roberto Candia, el autor de la foto y experimentado fotoperiodista de agencia Associated Press (AP), que envíe el icono "al Pulitzer", ya que merece dicho galardón.

Sin el ánimo de levantar una polémica -sí un sabroso debate- me animo a decir que en este último punto se cae en la exageración (dependiendo del respeto que le tengamos al Pulitzer, claro) y la causa de esta no es otra que -¡vaya contrasentido!- la gran efectividad del retrato construido por Candia.

A la fotografía periodística se le exige informar, de una manera sintética y emotiva. En menor grado -y dependiendo del medio y del editor de ese medio- se le reclama mérito estético, y muy remotamente la necesaria vuelta de tuerca al lenguaje fotográfico. Lo primordial es que funcione, que sea útil a lo que se desea comunicar, siempre teniendo en cuenta el gusto (y el morbo) de los "consumidores de noticias". Basta con mirar la foto ganadora del último Salón Nacional de Fotografía de Prensa: la presidenta Bachelet chuteando una pelota de fútbol y la anécdota que empalagó a los medios; un zapato presidencial volando por los aires. Funciona. Gana.

Los medios se han arrojado la representación de las masas. Y la masa, cuando no se preocupa de educarse y pulir la mirada, se queda con lo que le arrojan. Las masas aman el paisaje "de postal", aman una puesta de sol, el efectismo, el fuego y el gigantismo... y si las masas son hoy este país que se creía jaguar exitoso, pero en cuestión de minutos no trepida en salir y devastar un supermercado como si llevara una semana sin comer... entonces nada más útil a las masas que lo que queremos ver en la foto de Candia (y no hablo ni del chileno que ahí aparece, ni del fotógrafo. Hablo de lo que queremos que la foto REPRESENTE y diga de nosotros).

La imagen del "hombre con la bandera" funciona. ¡Vaya que funciona! Desde el punto de vista del periodismo, de los medios de comunicación cada día más ligados a la publicidad y las estrategias de marketing, esta es una gran foto (bien construida, oportuna, clara en su mensaje...), tiene los méritos suficientes para convertirse en el símbolo -cuasi bestseller- en el que se ha transformado. Ni siquiera tiene relevancia el hecho de que el fotógrafo le haya pedido al artesano Bruno Sandoval, su protagonista-modelo, que posara, que mirara a su cámara manteniendo el gesto que lo inmortaliza y que hoy nos convoca.

Pero... ¿a qué nos convoca? Transmite un mensaje (a mi juicio "patriotero") que, en el actual momento de ultra sensibilidad, nos es extremadamente útil. Es una imagen esperanzadora, nos da ánimo, nos incita a levantarnos, resurgir de las cenizas y reconstruir el país (coser o parchar la bandera, ¿es la analogía más elemental, no?). En síntesis: es la actitud que debemos tener, por sobre la circunstancia. (El mismo Candia lo subrayó en TVN, al mejor estilo James Nachtwey: "me siento como un millonario, quizás como un Leonardo Farkas, pero regalando esperanza. Feliz de que esta imagen pueda motivar a la gente").

En medio del flujo incesante de imágenes lanzadas desde las transmisiones televisivas, escenas que no dejan de activar el pánico y el caos ambiental, la imagen fija invita a reflexionar en calma. De ahí que sea una fotografía la imagen que más se ha mostrado por estos días en televisión. Pero, curiosamente, no es la foto de edificios destruidos, de un pueblo devastado, ni de chilenos heridos y/o muertos y apilados improvisadamente en un gimnasio, la que mejor "resume" o "representa" lo sucedido... y menos la que despierta nuestra identificación, sentido de pertenencia o dolor frente a la catástrofe. La fotografía que aparentemente consigue todo esto incluye y ensalza al pabellón patrio que, como símbolo transversal, establece una empatía compasiva que nos hace ver a todo el pueblo chileno contenido en esta, nuestra bandera.

Un amigo, Enzo, lo explica mejor que yo: "En estos momentos, donde todo parece haber fallado (el Estado, las empresas, la convivencia ciudadana), los símbolos transmiten su poder: esa bandera ha acompañado casi 200 años a este puto país, por lo que me aferro a ella (simbólicamente) como tabla a la deriva hasta que pase lo peor".

El fenómeno no es nuevo. Imágenes similares proliferaron en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Las distintas sociedades -más aún las abatidas o derrotadas- requieren con urgencia de este tipo de iconos. De ahí que muchos chilenos no tardaran en apropiarse de la foto de Candia para lucirla en sus perfiles de Facebook; como la cabellera de Sansón, la imagen de ese hombre poniéndose de pie, con el lodo hasta el cuello pero enarbolando digno nuestra bandera, nos fortalece. Pienso en las imágenes captadas tras la caída de las Torres Gemelas... banderas estadounidenses destrozadas, pero también flameando orgullosas, listas para ponerse otra vez de pie y dar la pelea. Piensen ahora ustedes, de paso, en lo "universal" que puede llegar a ser una foto que incluye una bandera mucho menos conocida globalmente, como lo es la chilena. ¿Hasta qué punto puede sensibilizar la imagen de Candia a un nepalés? ¿Mantiene, fuera de nuestro contexto (además tan fresco) su intensidad e impacto? Consideren que, ante la falta de indicios, lo representado es también confuso, nada me indica que se trata de una víctima de terremoto (podría serlo de un aluvión). Pues no puede haber UNA foto que resuma la tragedia vivida, ya que la fotografía es un relato y de la misma forma que una palabra no es el párrafo, una imagen es parte de un todo más amplio. Otras fotografías, las captadas por el propio Candia, por Tomás Munita o Raúl Bravo... le entregan al "hombre de la bandera" el contexto que requiere.

Pese a ello, la afamada foto ya se encumbra como la favorita para ganar el Salón Nacional de Fotografía de Prensa.... ¿Habrá pensado la AP o el mismo Candia en enviarla, además, a World Press Photo? Ambos concursos dependen del nivel del jurado citado cada año (Candia ya ganó una vez la versión criolla), pero es un buen ejercicio imaginárselo. Me atrevo a predecir que, a menos que ocurra otro "notición", la foto (ya "mítica", según un colega de Candia) en el salón chileno, arrasa. Foto del año, sin duda. (WPP, por su parte, suele analogar "foto del año" con "noticia más importante"... así es que puede que busquen aquí, en Chile, esa imagen.... algo que no sucede desde 1973).

En el ámbito especializado, sí, hay consenso: no es la mejor foto del terremoto. Ni siquiera la mejor del cúmulo captado por el propio Candia. Pero eso, en el actual contexto, poco importa. Se trata de una fotografía cuya simplicidad le ha hecho merecedora, casi automáticamente, de cierta validación o legitimidad democrática: los chilenos la escogieron... quizás de la misma forma que en 1936 los españoles eligieron al célebre miliciano de Cerro Muriano inmortalizado por otro Roberto... Robert Capa.

Por Cristián Labarca Bravo (1975), periodista, fotógrafo y docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales.

* Todas las fotos -salvo la primera- son ©Tomás Munita / New York Times.

PD: A propósito de imágenes alejadas del canon periodístico, el fotógrafo Leonardo Infante ha creado "Fotografías el terremoto"; grupo en Facebook que pretende recoger esas "millones de imágenes tomadas por las personas, disueltas en las memorias de los celulares, cámaras digitales e Internet"... Patrimonio visual que, asegura, "debe ser recuperado".

22 comentarios:

  1. yo creo que merece que sea enviada al pulitzer para ver como le va a Candia, por su trabajo EN TERRENO y no desde escritorio, para mi la foto es igual de representativa y PREPARADA (pose) que la de Iwo Jima con un EFECTO similar por no decir igual la que es sensibilizar a la gente, MOTIVARLOS A COOPERAR (iwo jima fue la venta de bonos de guerra) y sentirse mas chileno que nunca o "patriotero" palabra que es usada al parecer como quien sufriera de una enfermedad contagiosa o de tranmision sexual (SIDA). es cosa de ver que en cada rincon afectado los mismo pobladores colocaban nuestra bandera a modo de sentirse acojidos por algo en comun vean el relato del señor de Juan Fernandez que no se quiere ir de la isla y de su boca dice "me quedo aqui junto a mi bandera chilena"

    perfiero esta foto de la bandera que cualquier otra que puede ser reflejo de cualquier otra parte como una señora sentada en una silla junto a una casa derrumbada eso puede ser aqui en kosovo, irak o BURUNDI

    saludos buen blog

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  2. Mucho bla bla para criticar, en forma solapada, el gran trabajo de un colega.

    Otro envidioso de mierda como tantos que sobran en este país.

    Felicitaciones a Candia por la GRAN FOTO que tomó.

    Así de simple.

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  3. Esta foto es emotiva, triste y realista. Un artesano que perdió todo en el terremoto, y esa imágen es desgarradora pero con dignidad y simbolismo realista. Esta imágen quedará en la historia del Chile de los últimos años, esa imágen del verdadero Chile. Hay otras fotos del terremoto que también merece un premio debido a la realidad triste y desgarradora que hay en el Sur de Chile. Siento que las fotos y la radio, dan un valor más documental que los medios televisivos, sobretodo uno, viendo ayer las noticias con el sensacionalismo que caracteriza ese canal, estaban preocupados de mostrar los saqueos en vez de los damnificados y la gente sin hogar en el Sur.

    Ojo del Medio: me gustaría saber qué opinas de la Teletón que se va a hacer hoy día y mañana, tengo sentimientos encontrados con esta Teletón, lo positivo, la fuerte solidaridad que hay en Chile, pero esa solidaridad se tiene que mantener siempre, pero por el otro lado, espero que las empresas no sean desatinados para donar plata, para que consuman 100.000 hamburguesas y 100.000 compras usando una tarjeta plástica mientras en el Sur, están cagados de hambre y de sed, no hay que mezclar la SOLIDARIDAD con el CONSUMISMO DESCONTROLADO, ES PELIGROSO. Creo que es más valioso y aplaudible lo que está haciendo la Cruz Roja, las iglesias, los colegios, las universidades, etc., ese es un valor que hay que rescatarlo.

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  4. Buen montaje (Combinación de las diversas partes de un todo, según RAE) para reinsertar la noción de PATRIA. Hitler, Mussolini habrían contratado de inmediato al fotografo-héroe.

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  5. @MARCELEAU sumale a STALIN - FIDEL y muchos mas que tambien lo habrian contratado.
    Claro que el fotografo no es el "heroe" que tu dices, solo llego para hacer su PEGA, no para hacer la de Superman, eso queda para otros.

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  6. Debe ser porque en estos días he recibido demasiada información, y mi cerebro ya se resiste a esforzarse, que no entiendo su artículo.
    La bandera es lo único que logra unirnos y urgirnos a no bajar los brazos.
    Da lo mismo si es un modelo de Elite o un hombre de a pie que perdió su casa....la bandera mueve y mueve más que el terremoto.

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  7. lo k llo veo es k parece k es un ombre pobre y esa bandera toa sucia o cea... por último la ubiece labado caxay?
    toi xata pk no puedo ver sailor moon con este tere... terrrre... cómo es?

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  8. LA foto de capa tambien es montada, tu como fotógrafo deberías saberlo.
    La imágen de candia concuerdo contigo no es la mejor , ni la más representativa del terremoto, pero es la que esta cargada con el inconcien¡te colectivo. Tú sabes que nos pasa a los fotógrafos y por que no a la gente que no lo es que nos enamoramos de algunas imágenes , no siendo las mejores sino por el contexto en que se dieron y vivencias que nos recuerdan, Sin duda ganará el salón de fotografía no me cabe duda.

    REspecto a que te digan que sientes envidia no lo creo, eres un buen fotógrafo tambien.

    Carlos Araya
    Fotógrafo

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  9. En los últimos días he escuchado miles de veces la frase “falla estructural”. Pero este terremoto no sólo ha demostrado la fragilidad de –algunas- de nuestras edificaciones. Ha dejado entrever la precariedad de los cimientos de nuestra sociedad, una construcción –imaginaria y de hormigón- que hasta el viernes parecía estar tocando el cielo, sobrealimentada con endeudamiento, jolgorios bicentenarios, fiebre mundialera, tratados de libre comercio y coaching empresarial. Fue necesario un remezón histórico para ver que tenemos pies de barro, que los privados dueños de nuestros servicios básicos sólo son más eficientes a la hora de cobrar las cuentas atrasadas; que el lumpen –el de arriba y el de abajo- está atento a la más mínima oportunidad para saquear, especular y acaparar; que militares y civiles continúan con problemas de comunicación y que siguen existiendo en esta copia feliz del Edén lugares totalmente olvidados de la mano de Dios. Estas verdaderas fallas estructurales que han puesto en jaque a nuestra Babel latinoamericana –siguiendo con las referencias bíblicas- se hubieran evitado si aprendiéramos que decir lo que pensamos hace bien para la salud; que Chile ayuda a Chile con reflexiones, no con genuflexiones; que ser crítico no es sinónimo de chaqueteo y que los puntos de vista diversos –sobre una foto, sobre el aborto o el asado al palo- enriquecen la perspectiva. Estoy seguro que más de alguno de los ingenieros de los edificios colapsados tuvo la intención de decirle a sus superiores que poner menos cemento en la mezcla era mala idea. Finalmente se quedaron callados. No fueran a tratarlos de envidiosos.

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  10. Michelle Hafemann5 de marzo de 2010, 18:42

    Estoy muy de acuerdo con lo que comenta el Sr. Aguilera respecto de cómo el terremoto ha puesto a la vista, ha revelado, las fragmentaciones de nuestra sociedad. Y eso no tiene que ver con tener distintas opiniones o el confrontar argumentos opuestos, puesto que esta ES la esencia de una sociedad democrática. Tiene que ver con las profundas y odiosas diferencias económicas y de acceso a las oportunidades que tienen unos chilenos con respecto a otros chilenos. En este país todos somos iguales, dice la Constitución, pero en la práctica unos somos más iguales que otros.

    Creo que la principal virtud de la foto de Candia (que en mi humilde opinión iletrada en lo que a fotografía se refiere, sí es un acierto) es representar el Chile que queremos ver y no el que está a la vista producto del violento movimiento de la tierra. Es, en definitiva, una estupenda fotografía publicitaria, si así se quiere, pero claramente no lo es en lo documental. Evoca nuestros altos valores morales, las grandes virtudes, nuestros atributos positivos, pero no da cuenta de la desigualdad de mierda que nos hace, inevitablemente, darnos cuenta de que hay chilenos de primera y de segunda clase: los que llenan el carro en el supermercado y el estanque del auto sin tener la estricta necesidad, y los que perdieron todo lo poco que tenían y esperan la ayuda solidaria que, para colmo, se demora en llegar.

    Esta tragedia nos enrrostra no sólo la torpeza y descordinación de nuestras autoridades civiles y militares, si no la soberbia (¿o ceguera?) que significó inscribir a Chile en la OCDE, el club de los países desarrolados. ¿Se podrá podrá presentar una solicitud de desafiliación?

    Como siempre, Labarca Bravo, me declaro admiradora de su certera prosa.

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  11. Creo que si pagara $100 cada vez que veo esa foto, ahora estaría en banca rota...último encuentro que la usen hasta de ávatar en twitter o en facebook...ya se chacreó la cuestión.

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  12. Este comentario no sólo es para Roberto Candia, sino tambien para todos los fotógrafos que han estado trabajando e informando desde las zonas devastadas. La fuerza de la imagen que capto Roberto, tal como lo lo dice el autor de esta nota Cristian Labarca, logra sintetizar lo que busca la fotografia periodistica, sobre un desastre natural, claramente tal vez no es la mejor imagen de las cientos que hemos podido ver durante esta semana, sin embargo, tuvo la fuerza del concepto de información, devastacion y esperanza a la vez. No me preocupa como alguien postea por ahi, si hubo complicidad o no entre el fotografo y su protagonista, la verdad es que conociendo el trabajo de los reporteros graficos chilenos y el de Roberto en su carrera, solo puede ser una anecdota.
    Esta imagen ha conmovido a un pais por sobre cualquier imagen audiovisual, solo comparable a los primeros testimonios radiales solo horas despues del terremoto. Seguramente Candia u otros pueden tener mejores fotografias de este terrible acontecimiento, y solo el tiempo y jurados en futuros concursos nacionales o internacionales diran cual o cuales son las mejores, pero eso no quita algo que al parecer se nos olvida, o el ego y orgullo a veces nos enceguece, que es felicitar publicamente a un colega que a traves de una imagen es capaz de mover a todo un pais, sin pensar en las condiciones que nuestros colegas han trabajado en estas circunstancias, y que claramente y estoy seguro de eso, se verá reflejado en el WPP 2011.
    Felicitaciones a Roberto y todos ellos.
    Max Montecinos, Fotógrafo
    Ex director Salón Nacional de Forografía de Prensa

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  13. Termina el día y, siento, debo pronunciarme tras la lectura de los comentarios aquí ofrecidos...

    A Roberto Candia lo conozco personalmente desde hace más de una década. Él ha estado en mi casa y yo en la suya (de hecho, visité y me senté a su mesa en tres de los hogares que habitó antes de su actual morada). Lo valoro como fotógrafo y lo aprecio, aún más, como persona. Y pese a todo lo anterior, haciéndole honor a la verdad, me atrevería a decir que "amigos", en el sentido más profundo del término, no somos.

    No por ello dejamos de respetarnos. Y mi idea del respeto, de la admiración y de la amistad, está muy ligada al poder decir lo que pensamos, aún cuando esto no sea un hermoso ramo de flores.

    Aquí comienzan los problemas. Es raro Chile... y los chilenos: Políticamente correcto es decir que necesitamos crítica, que en la fotografía chilena carecemos de reflexión, de investigación, etcétera. Pero cuando esta opinión apunta hacia nuestro trabajo, nos tiemblan las rodillas, se nos eriza el pelo y no queremos escuchar nada más. ¿Cuánto se puede crecer así? No mucho, supongo. A menos que nos creamos tan grandes y seguros de que ya nada pueda ser un aporte en nuestro proceso.

    Por si no quedó claro: No tengo nada contra esta imagen ni contra su autor (me parece increíble tener que aclararlo, pero ya está, algunos parecen necesitarlo). Llegué incluso a sentirme orgulloso, hace algunas horas, cuando en la TV se iniciaba la campaña por los damnificados y la reconstrucción, y una vez más se citó la imagen. Y pensé en lo bien que estaría sintiéndose Roberto en ese minuto. Se lo merece, no por esta foto, sí -como tantos de sus pares- por la suma, por su trayectoria como reportero gráfico, desde sus inicios en La Época, pasando por La Tercera, hasta hoy, en AP. Y porque cuando ya nadie recordaba la frase del iraní Abbas ("nosotros los fotógrafos no podemos cambiar el mundo, pero debemos, al menos, mostrar por qué este mundo debe cambiar"), Candia construyó una imagen (buena, mala, premiable, olvidable... da igual) que no sólo alienta en este preciso momento a algunos chilenos, sino -como ha quedado claro en los comentarios a mi columna- a los fotoperiodistas chilenos.

    Pero se me pidió que opinara del revuelo que está causando la foto y, en base a lo que conozco y practico y enseño en torno a la fotografía y al periodismo, di mi opinión (y para hacerlo profesionalmente uno debe olvidar compadrazgos, antes que todo). Y esta opinión apunta principalmente contra los medios que -en su lógica mercantil- en segundos "sacralizaron" la imagen. Y, por supuesto, contra cierta actitud "chilenizante" y totalizadora que me incomoda. Pero así somos... ¿no? Tanta aparente pasión, tantas ganas de surgir, y no sabemos canalizarlo: permitimos que nuestra lengua se mueva más rápido que nuestro cerebro, y acusamos y censuramos al que se detuvo un momento a pensar. ¿Crítico solapado? No lo creo, conversé mucho antes de escribir esta columna, y sé que la opinión es generalizada. Yo tuve la valentía y el espacio para dejarla por escrito. ¿Envidioso? Sí, Roberto usa un reloj muy lindo que yo ya quisiera. Y a los del "otro bando" (esos que al parecer estuvieron de acuerdo con mi escrito), que llegan y escupen una barbaridad como que "Hitler y Mussolini habrían contratado el fotógrafo". ¡Por favor! ¡Altura de miras! Eso sí que me parece una falta de respeto hacia Roberto. Tanto como la intolerancia hacia la libre expresión.

    Cristián Labarca Bravo.

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  14. Catalina Le-Bert6 de marzo de 2010, 4:11

    Concuerdo totalmente contigo y tu opinión. (de hecho lo comenté ayer con mi madre!!! jajaja y por eso me tomo el tiempo de escribir acá). Me imagino además que el mismo fotógrafo sabe bien que dentro de todas las imágenes que ha logrado durante el tiempo que ha permanecido en la zona afectada, sabrá que esta no es su mejor fotografía. Que la gente se "apodere" de ella, la multiplique en facebook, y hasta se haya convertido en la imagen de la campaña de ayuda, no quiere decir para nada que sea una buena fotografía periodística. Como bien dices, falta mucha información, y en términos estéticos, no hay ninguna novedad. Es una postal, bonita, pero postal, que funciona para el "Chile ayuda a Chile", para el facebook, o el medio masivo. En resumen, para hacer publicidad. Te felicito por tu comentario, y no creo para nada que sea una crítica negativa, pero de verdad en el WPP me parecería muy extraño. De todas formas, felicitaciones al fotógrafo por su trabajo en general.

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  15. El artesano al día siguiente andaba con una polera que decía "Fascism sucks". Nada más.

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  16. Quizás al público esto le parezca una afrenta, pero en el contexto periodístico esta crítica es muy necesaria.
    Ya lo había comentado con otros amigos, y ciertamente no es la foto más representativa del terremoto. Y no es porque esté montada; para mí no refleja el acontecimiento, si no más bien un estado anímico que se quiere provocar: hay dolor, desastre, pero estamos de pie, sin llorar, si no con fortaleza, capaces de levantar nuestra bandera. Obvio que eso a la gente le gusta!!
    No soy fan de los nacioanlismos exacerbados, pero creo que en este contexto se necesita. Se necesita la empatía, la sensación de 'somos todos uno', para que la gente ayude. Eso es lo importante ahora: que las personas reciban la ayuda que necesitan.

    Que la foto gane un premio nacional es bien esperable, pero WPP? No sé, las fotos que he visto en ese concurso le pegan mil patadas en la raja a esta. Estoy segura que hay mucho mejores, y... no olvidemos que fotoPERIODISMO: mucho más informativas.

    Eso!

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  17. Estimado Cristián si bien su laborioso comentario apunta a generalidades que todos compartimos; adolece sin embargo según mi entender, no advertir que la bandera al estar terremoteada, no remite a lo patriotero triunfante y exaltado sino más bien a la catástrofe de los que hacen patria. Afortunadamente el juicio de los expertos ya no se ecentra en darle significados unívocos a las imágenes como pretextos para legitimar autorizaciones de dudosa pertinencia; sino más bien en buscar hallazgos que expandan los sentidos y con justeza reclaman el valor alegórico que el fotógrafo logra en esta gran imagen. Además, también en sintonía con los expertos actualizados, permite entender que la legitimidad de una imagen se ancla en su recepción y no en el gusto revenido de los que aún pretenden rectificar el gusto de los rotos.

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  18. "Los medios se han arrojado la representación de las masas."

    Muy cierto, don Cristián Labarca Bravo: los medios se arrojan unos a otros, cual pelota de tenis, la representación de las masas y el resultado está a la vista: gana el servidor.

    Ciudadana Alexa

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  19. “Las imágenes dentro de un encuadre, el encuadre dentro de los ojos.
    El sentido está en el alma de quien observa y en el instante preciso y precioso
    de congelar el tiempo”

    Rodo Medevkin

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  20. http://www.loserpower.com/2010/03/06/loserpower-tambien-ayuda-a-chile/#more-9041

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  21. Es facil decir sentado tras la pantalla del computador, lo que se penso estando parado en el lodo de Talcahuano.Mas facil aun pensar que lo simple es fatuo...Mas dificil parece comprender que el resultado de una accion tiene un resultado, en este caso ,el que tuvo haciendo de una fotografia ( tomada por un fotografo chileno)el icono de un acontecimiento de caracter mundial.
    Es facil cuestionar la capacidad profesional, no solo de Candia, sino tambien de todos los que estuvieron trabajando para informar, quizas no estan al nivel de Munita( ya que tantas velas le prendes), pero algo se vio, algo se hizo... No recuerdo una imagen para la retina ( por supuesto que la television chilena dio muestras de porque nos gobierna Pinera) que en 10 o mas anos , nos recuerde que aca en Chile hubo una catastrofe, que no solo afecto a los de Talcahuano, Constitucion, Dichato, o etc, sino a (casi) TODOS, incluido Candia..
    Se te hizo dificil decir lo que muchos cuidadanos de este pais piensan respecto a lo que causo esa fotografia, lo que causo.
    Egoista el punto de vista que expones Cristian, mas aun tomando en cuenta que pocos conocen tu trabajo fotografico, que esta critica la haces sin haber siquiera olido el aire enrarecido de un pueblo en ruinas....mas aun que con el trabajo de los demas ,tu opinion se hace presente.


    S.Croix

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