Eso parecen decir en el cuerpo de Deportes de El Mercurio, donde el 10 de diciembre debieron apretar hasta lo inimaginable la lista de carreras del Hipódromo Chile.
¿El culpable? La bendita publicidad, o en este caso, un evento auspiciado por el propio diario y cuyo anuncio "se comió" tres cuartas partes de la página asignada a la hípica.
Lo invitamos, señor lector, a ver la página y tratar de entender algo de lo que ahí se publica. Lo mismo trataron de hacer hace un par de días los fanáticos de los caballos quienes, sin mayor suerte, usaron el suplemento para echarse aire y espantar las moscas.
¿El culpable? La bendita publicidad, o en este caso, un evento auspiciado por el propio diario y cuyo anuncio "se comió" tres cuartas partes de la página asignada a la hípica.
Lo invitamos, señor lector, a ver la página y tratar de entender algo de lo que ahí se publica. Lo mismo trataron de hacer hace un par de días los fanáticos de los caballos quienes, sin mayor suerte, usaron el suplemento para echarse aire y espantar las moscas.
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